¿Qué significa que el tiempo de Dios es perfecto? La perfección en la Biblia

¿Qué significa que el tiempo de Dios es perfecto? Según la Biblia, está escrito en el salmo 145:17 "El SEÑOR es justo en todos sus caminos, y bondadoso en todas sus acciones". El Señor tiene un plan perfecto para nosotros, y Él nunca se equivoca. Siempre está a tiempo para actuar; Su tiempo es perfecto.

¿Por qué el tiempo de Dios es perfecto?

El salmista David escribió: "En tus manos están todos los días de mi vida; me has convertido en una cubierta a la sombra de tus alas" (Salmos 16:11).

 El Señor nos cuida y protege, y nunca permitirá que nada nos suceda sin Su permiso. La Biblia dice: "No temas porque yo estoy contigo; no te angusties, porque soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra justiciera" (Isaías 41:13).

El tiempo de Dios es perfecto, porque Él nunca comete errores y siempre tiene nuestro bien en mente. Podemos estar seguros de que Su voluntad será cumplida.

Aunque a veces parezca que el tiempo está en nuestra contra, la Biblia nos dice que el tiempo de Dios es perfecto. El Salmo 90:12 dice: "Tú has puesto los límites de nuestro tiempo; nuestras vidas son como una sombra". En otras palabras, todos tenemos un tiempo limitado en este mundo y, al final, todos moriremos. Pero eso no significa que debamos vivir con miedo o sin propósito. El apóstol Pablo nos anima a "redimir el tiempo" (Efesios.

La idea de que el tiempo es perfecto puede ser confusa, sobre todo si estamos pasando por un momento difícil. ¿Cómo puede el tiempo de Dios ser perfecto si hay tantas cosas malas sucediendo en el mundo? La respuesta se encuentra en la idea básica de la perfección: completitud o falta de deficiencia. En otras palabras, algo es perfecto cuando está completamente terminado o no tiene ningún defecto.

El tiempo de Dios es perfecto en el sentido de que Él lo ha creado todo y lo controla todo. Nada sucede por accidente o fuera de Su voluntad.

Esto nos lleva a la segunda parte de la perfección: intencionalidad. En otras palabras, algo es perfecto si se hizo con un propósito o un plan en mente. Y el plan de Dios para nuestras vidas es que seamos salvos eternamente. El propósito de Dios para el mundo es que todos los seres humanos lo conozcan y lo glorifiquen. El tiempo de Dios es perfecto porque está diseñado para cumplir Su propósito.

Así que, cuando vemos cosas malas sucediendo en el mundo, debemos recordar que estamos viendo a través de un lente distorsionado. Solo Dios conoce el plan completo y solo Él sabe cómo usará todo para Su gloria y nuestro bien. Debemos confiar en que el tiempo de Dios es perfecto y que todo lo que sucede tiene un propósito. El final de la historia está escrito, solo debemos confiar en que Dios cumplirá Su promesa.

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